domingo, 23 de diciembre de 2012

Reflexión 4 (Conociendo el Autismo: Fundamentos biopsicosociales, investigaciones y prácticas educativas)


Síntomas, conducta y biomedicina 
"No apaguemos sus sueños con pastillas"



En mi ruta como educadora he tenido la oportunidad de dar clases en la escuela elemental, intermedia y superior. Aunque mi área de certificación es para los grados séptimo, octavo y noveno, me enamoré de la escuela elemental hace dos años. Tuve a mi cargo los grupos de segundo a sexto grado, allí me topé con la crueldad de la medicación. Vi muchos niños y niñas que estaban adormecidos, otros con dolores de estómago, y otros con grandes problemas en la conducta. Medicar para el déficit de atención e hiperactividad siempre me pareció inadecuado, implicaba responder de manera reaccionaria, sin adentrarse a conocer las causas de la conducta violenta o “antisocial”. Durante el curso Conociendo el Autismo: Fundamentos biopsicosociales, investigaciones y prácticas educativas, dictado por la Prof. Yolanda González discutimos sobre la biomedicina como alternativa e intervención para la población con autismo. Luego de haber leído un poco sobre el tema, entiendo que la perspectiva biomédica responde directamente a las causas de la enfermedad y no a los síntomas. 

En esta reflexión abordaré sobre la biomedicina como alternativa para la población con autismo, sin embargo ésta puede ser de beneficio para todas y todos. El autismo es un grupo de condiciones neurobiológicas que generan dificultades sensoriales, comunicológicas y sociales en las personas. La etiología del autismo no es clara, en la literatura se reseñan varios factores que contribuyen al desarrollo de la condición. Sin embargo, algunas de las causas podrían asociarse con la genética, el sistema inmune, y dietas, entre otros. Al no existir una “única” causa, los diagnósticos e intervenciones deben realizarse con delicadeza y a partir de las necesidades únicas de cada ser humano. En el curso dictado por la Prof. Yolanda González exploramos sobre el modelo biopsicosocial y el biomédico, como lentes para acercarnos hacia el autismo. Específicamente el modelo biomédico, expone que las condiciones pueden desarrollarse por medio de elementos externos al cuerpo (baterías, vacunas, virus), o por cambios físicos internos e involuntarios (predisposición genética, desbalance químico, problemas de absorción de nutrientes).

La siguiente imagen tomada del portal en la web www.linca.org, presenta algunas causas que podrían atenderse a través del enfoque biomédico. 


Las personas con autismo presentan retos con la desintoxicación del cuerpo, con la excreción de contaminantes y problemas metabólicos para desintegrar enzimas. La insuficiencia en la producción de enzimas para digerir el gluten (harinas) y caseína (lácteos), genera en las personas con autismo condiciones intestinales, alteraciones en la conducta, además de un gran dolor. Imaginemos por un momento, que no poseemos en el lenguaje oral y gestual necesario para comunicar que la leche y el pan que ingerimos en el desayuno, ha despertado un volcán  en nuestro sistema digestivo. Cualquiera en la desesperación que provocan los dolores de estómago, hará mucho más que apretarse el abdomen, probablemente gritaríamos y lanzaríamos patadas. Madres, padres, educadores y otros profesionales sin haber observado y analizado de manera sistemática, pensarían que medicamentos como Ritalín y otros serían de beneficio. He aquí la gran falacia. Los tratamientos e intervenciones biomédicas escudriñan la realidad de la persona con autismo, para identificar cuáles son los detonantes de estas respuestas. Los tratamientos e intervenciones deben ser “tailor maid”, hechos a la medida para responder únicamente a las necesidades particulares de la persona. El autismo no se manifiesta de la misma manera en todas las personas que lo padecen, así que realizar una serie de observaciones y entrevistas es crucial.

Al iniciar un plan de tratamientos e intervenciones biomédicas para las personas con autismo, se debe comenzar por comprender cómo la dieta afecta el desarrollo de la persona. Luego realizar una limpieza en la dieta, esto consiste en la eliminación de alimentos que contengan gluten o caseína. La ingesta de multivitaminas, Omega 3, vitamina B (sin aluminio o mercurio), probióticos y aminoácidos es también recomendable. En Puerto Rico, la organización sin fines de lucro Alianza de Autismo ha traído a la palestra pública la discusión sobre los servicios biomédicos para tratar el autismo. En una noticia reseñada el 21 de mayo de 2011, sobre la biomedicina la Prof. Yolanda González expresó: “este enfoque -que no es medicina alterna- busca la causa de los problemas de salud que exhiben los niños autistas en vez de dársele un medicamento para controlar o detener la conducta exhibida”. También se argumentó sobre la urgencia de que el plan médico del país, Mi Salud, incluya en la cubierta el acceso hacia la biomedicina. La salud, al igual que la educación es un derecho. El acceso a los servicios de salud y a la buena alimentación no puede estar a merced de planes médicos ni a fines privados. En Puerto Rico nos queda mucho por recorrer, lo único que nos resta en la participación activa ciudadana y el compromiso con una mejor calidad de vida para todas y todos.

Enlaces de interés:

 http://www.linca.org

http://www.bioautismo.cl/?page_id=33

http://www.autismoava.org/noticias/nuevo-estudio-cientifico-avala-la-intervencion-biomedica-para-el-autismo





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