Síntomas, conducta y biomedicina
"No apaguemos sus sueños con pastillas"
En mi ruta como educadora he tenido la oportunidad de dar clases en la
escuela elemental, intermedia y superior. Aunque mi área de certificación es
para los grados séptimo, octavo y noveno, me enamoré de la escuela elemental
hace dos años. Tuve a mi cargo los grupos de segundo a sexto grado, allí me
topé con la crueldad de la medicación. Vi muchos niños y niñas que estaban
adormecidos, otros con dolores de estómago, y otros con grandes problemas en la
conducta. Medicar para el déficit de atención e hiperactividad siempre me
pareció inadecuado, implicaba responder de manera reaccionaria, sin adentrarse
a conocer las causas de la conducta violenta o “antisocial”. Durante el curso Conociendo el Autismo: Fundamentos
biopsicosociales, investigaciones y prácticas educativas, dictado por la
Prof. Yolanda González discutimos sobre la biomedicina como alternativa e
intervención para la población con autismo. Luego de haber leído un poco sobre
el tema, entiendo que la perspectiva biomédica responde directamente a las
causas de la enfermedad y no a los síntomas.
En esta reflexión abordaré sobre la biomedicina como alternativa para la
población con autismo, sin embargo ésta puede ser de beneficio para todas y
todos. El autismo es un grupo de condiciones neurobiológicas que generan
dificultades sensoriales, comunicológicas y sociales en las personas. La etiología
del autismo no es clara, en la literatura se reseñan varios factores que contribuyen
al desarrollo de la condición. Sin embargo, algunas de las causas podrían
asociarse con la genética, el sistema inmune, y dietas, entre otros. Al no existir
una “única” causa, los diagnósticos e intervenciones deben realizarse con
delicadeza y a partir de las necesidades únicas de cada ser humano. En el curso
dictado por la Prof. Yolanda González exploramos sobre el modelo biopsicosocial
y el biomédico, como lentes para acercarnos hacia el autismo. Específicamente
el modelo biomédico, expone que las condiciones pueden desarrollarse por medio
de elementos externos al cuerpo (baterías, vacunas, virus), o por cambios
físicos internos e involuntarios (predisposición genética, desbalance químico,
problemas de absorción de nutrientes).
La siguiente imagen tomada del portal en la web www.linca.org, presenta algunas causas que
podrían atenderse a través del enfoque biomédico.
Las personas con autismo presentan retos con la desintoxicación del
cuerpo, con la excreción de contaminantes y problemas metabólicos para
desintegrar enzimas. La insuficiencia en la producción de enzimas para digerir
el gluten (harinas) y caseína (lácteos), genera en las personas con autismo
condiciones intestinales, alteraciones en la conducta, además de un gran dolor.
Imaginemos por un momento, que no poseemos en el lenguaje oral y gestual
necesario para comunicar que la leche y el pan que ingerimos en el desayuno, ha
despertado un volcán en nuestro sistema
digestivo. Cualquiera en la desesperación que provocan los dolores de estómago,
hará mucho más que apretarse el abdomen, probablemente gritaríamos y lanzaríamos
patadas. Madres, padres, educadores y otros profesionales sin haber observado y
analizado de manera sistemática, pensarían que medicamentos como Ritalín y otros
serían de beneficio. He aquí la gran falacia. Los tratamientos e intervenciones
biomédicas escudriñan la realidad de la persona con autismo, para identificar
cuáles son los detonantes de estas respuestas. Los tratamientos e
intervenciones deben ser “tailor maid”, hechos a la medida para responder
únicamente a las necesidades particulares de la persona. El autismo no se
manifiesta de la misma manera en todas las personas que lo padecen, así que
realizar una serie de observaciones y entrevistas es crucial.
Al iniciar un plan de tratamientos e intervenciones biomédicas para las
personas con autismo, se debe comenzar por comprender cómo la dieta afecta el
desarrollo de la persona. Luego realizar una limpieza en la dieta, esto
consiste en la eliminación de alimentos que contengan gluten o caseína. La
ingesta de multivitaminas, Omega 3, vitamina B (sin aluminio o mercurio),
probióticos y aminoácidos es también recomendable. En Puerto Rico, la
organización sin fines de lucro Alianza de Autismo ha traído a la palestra
pública la discusión sobre los servicios biomédicos para tratar el autismo. En
una noticia reseñada el 21 de mayo de 2011, sobre la biomedicina la Prof. Yolanda
González expresó: “este enfoque -que no es medicina alterna- busca la causa de
los problemas de salud que exhiben los niños autistas en vez de dársele un
medicamento para controlar o detener la conducta exhibida”. También se argumentó
sobre la urgencia de que el plan médico del país, Mi Salud, incluya en la
cubierta el acceso hacia la biomedicina. La salud, al igual que la educación es
un derecho. El acceso a los servicios de salud y a la buena alimentación no puede
estar a merced de planes médicos ni a fines privados. En Puerto Rico nos queda
mucho por recorrer, lo único que nos resta en la participación activa ciudadana
y el compromiso con una mejor calidad de vida para todas y todos.
Enlaces de interés:
http://www.bioautismo.cl/?page_id=33
http://www.autismoava.org/noticias/nuevo-estudio-cientifico-avala-la-intervencion-biomedica-para-el-autismo
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